Sobre mí

Inés Rubio Roa

Inés Rubio Roa

Siempre, desde que empecé a pintar, y seguramente sin final, he intentado encontrar un estilo propio que refleje lo que quiero expresar. Un estilo dinámico y en cambio constante, que vaya incorporando mi formación, mis proyectos y mis experiencias. ¿Es importante que haya un hilo conductor? No lo sé. Creo que lo estoy buscando. Por lo menos trato de dar coherencia a mis trabajos y cohesión a mi obra. Voy introduciendo en ella nuevos estilos, formas de expresión y técnicas que me representan. 

Gracias a mi formación en Bellas Artes y Arquitectura, entiendo los conceptos que hay detrás de los movimientos artísticos, que provocan a la vez un movimiento en mí. Usando y probando distintas técnicas y herramientas, se va perfilando el “leitmotiv” que necesito y que me acompañará siempre.

Mi obra tiene un alto contenido figurativo y pictórico. No como un simple retorno nostálgico al pasado, sino como herramienta de representación para crear algo honesto. Para mí, pintar comienza por una idea vaga, sin definición, sin limitaciones; una visión tenue de un concepto que va tomando forma y cuerpo según lo voy ejecutando. Es el propio proceso de ejecución el que se revela como herramienta de creación. El propósito de mi obra es explorar física y visualmente esa idea que quiero y necesito mostrar al espectador.

Quiero que la obra se convierta en un medio para transmitir. Cualquiera que sea la sensación provocada, la obra ya habrá tenido sentido, aunque dure sólo un segundo. El arte pictórico nos permite mostrar todo su contenido en tan solo un instante. El pintor británico David Hockney dijo que la intención del arte es compartir y que todo artista debería acercar algo a las personas, una experiencia, un pensamiento. Toda obra provoca una impresión sobre el observador; renunciar a ello sería como acabar con la ilusión, como reducir los medios de expresión de uno mismo. Esta influencia en alguien en algún momento es a lo que aspiro.

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