Psycho Painting es el nombre de mi último trabajo de investigación. Se basa en la idea del “Neo-Retrato”, una técnica innovadora con la que pretendo exponer la multitud de facetas que se pueden percibir de una persona.

En este estudio exploro la representación como herramienta creativa. Quiero plasmar mis estímulos perceptivos y la manera en que codifico y almaceno el carácter de un sujeto. El elemento más importante de mi obra es su protagonista. Descubro sus aficiones, motivaciones, rasgos y expresiones. Es un proceso delicado y lento, pero muy emocionante. Mediante distintas técnicas, materiales y lenguajes, intento que cada fragmento del lienzo refleje un momento concreto en el tiempo y el espacio, con su propia perspectiva, y que transmita las emociones vividas en ese preciso instante. 

Se trata de una narración dinámica. Es un proceso eterno porque sería imposible representar completamente a una persona en todas sus facetas. El fin último de mi trabajo es desvelar, al menos parcialmente, la identidad del retratado. Intento ampliar la visión que podemos tener de un individuo en un instante, prolongando ese instante y recreándolo en distintas dimensiones. 

Entiendo cada uno de mis Neo-Retratos como una cosmología. Es decir, cada fragmento podría funcionar como composición única, pero entonces la obra tendría otro sentido y, en mi opinión, perdería personalidad, pues todas las partes individuales están subordinadas a la composición total.